Las tutorías en la universidad

¿Es conveniente hacer tutorías en la universidad?

El primer día de cada asignatura, durante la presentación, el profesor o la profesora os hará saber un horario reservado semanalmente para la resolución de dudas: ya sea en persona o llamando a su despacho. Ese horario reservado es el que permite a los alumnos realizar tutorías personalizadas y dichas tutorías están concebidas no sólo para ayudar al alumno en el plano académico, si no también en el personal y en el profesional.

Por mucho que en la presentación os hayan propuesto un horario limitado, siempre podéis enviar un correo al profesor o profesora para acordar otra hora de reunión fuera de ese horario y que os vaya bien a las dos partes (después de todo, muchos alumnos trabajan y a veces puede que el horario propuesto en la presentación de la asignatura lo tengamos ocupado por otras responsabilidades).

 

¿Cómo me puede ayudar una tutoría?

Sobre todo, en los primeros cursos del grado, cuando todavía no se conoce bien al profesorado, a la gente le suele costar un poco pedir tutorías a solas. No obstante, es algo que desde la Academia recomendamos: es un recurso muy útil para poder resolver dudas o enfocar la asignatura de una manera mejor. ¡Y es gratuito!

Puede ser que después de una clase, parte del contenido no os haya quedado claro o que, al realizar ejercicios de esa asignatura os encalléis en algún paso. Ir a una tutoría os puede resolver estos problemas, ya que tendréis una atención personalizada (o casi, si decidís ir con alguien más) y, además, podréis ver o intuir a qué le da más importancia el profesor o la profesora (también se lo podéis preguntar directamente: ¡A veces hay suerte!).

Si una determinada asignatura os interesa mucho, dirigiros a cualquier miembro del profesorado que la imparta, os puede ayudar a ver qué salidas profesionales tiene ese campo en concreto y también pueden aconsejaros sobre cómo guiar vuestro futuro.

Conocer a cualquier profesor o profesora personalmente es bastante importante. Pensad que, sobre todo el primer año, suele haber muchos alumnos por clase, y difícilmente se os puede diferenciar. Destacar sobre los demás difícilmente os supondrá una ventaja a corto plazo (por mucho que os conozcan no os subirán la nota), pero sí puede suponerla a medio y largo plazo.

En algún momento de vuestra vida, ya se realizando el grado, tendréis que realizar prácticas curriculares y, también, el Trabajo de Fin de Grado (TFG). Entablar amistad con un profesor o una profesora (o una buena relación) os permitirá que posiblemente os ofrezcan un sitio en su equipo de investigación o puedan hablar con alguien que conocen o con alguien que conoce a alguien: la historia se explica sola.

Realizar el TFG y las prácticas en algún laboratorio de vuestra universidad (o de otra), os abrirá las puertas para seguir donde estéis, realizando máster y doctorado, si eso es lo que queréis. Evidentemente, puede ser que no os interese ese grupo de investigación, no pasa nada. A lo largo de vuestra vida académica y profesional os exigirán en diferentes sitios que proporcionéis cartas de recomendación sobre vosotros de personas cualificadas: ahí será útil acordarse de aquella profesora que os ayudó en el trabajo de Genética Molecular o de aquel profesor que os explicó conceptos clave de Terapia Génica.

En definitiva, las tutorías son una experiencia muy útil y que siempre nos ayudarán a alcanzar nuestros objetivos a corto plazo y, sin duda, nos abrirá caminos que podremos recorrer a medio y largo plazo.