La dificultad estas dos asignaturas, que suele ser mucho mayor a la que estábamos acostumbrados en bachillerato, y el propio ritmo de la universidad y de la vida universitaria. puede hacer que nos atasquemos fácilmente.
¿Cómo hago para aprobar Cálculo y Álgebra?
Lo primero de todo, aunque parezca una obviedad: ir a clase. Las asignaturas de carácter matemático requieren, todas, mucha práctica. Ir a clase te ayudará a ver la explicación teórica de los procedimientos y a entender qué estás haciendo (o al menos tendrás más opciones de entenderlo que estudiándolo por tu cuenta) y, también, te permitirá tener más ejemplos de ejercicios y problemas que seguramente necesites cuando repases para el examen. (¡Intenta estar en las primeras filas!)
Toma apuntes y hazlo de manera ordenada. Los asteriscos, flechas y demás signos de relación entre apartados y lugares de la página no los entenderás cuando repases. Un error muy común en la elaboración de apuntes es decir: marco esto aquí, hago un flecha hacia aquí, pongo un asterisco, dejo un espacio y seguro que al repasar lo entiendo todo. Error: suele confundir más que ayudar y, en el caso de que consigamos entenderlo, habremos perdido un tiempo que podríamos haber empleado en estudiar o repasar.
Si después de una clase no has entendido algo, acércate al profesor o a la profesora y pregúntale. No tengas vergüenza: la vergüenza no hará el examen por ti. Si después de su explicación todavía no lo entiendes, ya buscarás otras alternativas: la ayuda de compañeros, tutorías con el profesor o la profesora, clases de repaso, etcétera.
Los ejercicios de Cálculo y Álgebra
Es posible que en asignaturas como Cálculo y Álgebra acabemos realizando ejercicios y problemas de forma mecánica y sin saber exactamente por qué hacemos determinados pasos. También, incluso, hay gente que tiende a memorizar los pasos para la resolución de determinados problemas y se despreocupa totalmente del porqué del procedimiento. Bajo nuestro punto de vista esto es un error o, al menos, puede acabar siendo.
El profesorado de las carreras de ingeniería, de vez en cuando, innova en cuanto a contenido de los exámenes y, de ser así, puede que el examen de este año sea completamente diferente al de los anteriores o que los problemas no tengan nada que ver con los que hemos practicado en clase. Entonces, de nada nos servirá habernos aprendido unos pasos que ahora no tenemos donde aplicar.
Esto no significa que no debamos hacer ejercicios: debemos practicar y practicar lo máximo posible, incluso hacer todos los exámenes de años anteriores de los que dispongamos, pero entendiendo por qué hacemos cada paso. No hace falta que nos aprendamos las demostraciones de todas las fórmulas, pero sí debemos entender su aplicabilidad.
Y si aún así, no consigues aprobar o no consigues alcanzar los objetivos que te propones, no te desanimes. Vuelve a revisar los pasos que hemos mencionado, intenta buscar problemas, ejercicios y recursos que te puedan ayudar. Siempre habrá alguien que domine una materia más que nosotros y es normal que haya gente que necesite más tiempo para aprender y consolidar conceptos. ¡Te estamos esperando!